Argumentaciones sentimentales: ~ :: Final

Difícil. Deberías conocer una decena de cartas que te escribí para comprender ésta, pero como de algún modo lo que dicen lo hemos charlado, te la mando igual.
En agosto del año pasado precipité las cosas. En septiembre, creí que estaba inmunizado contra mi amor (hacia vos), ese mismo mes tomé una decisión y al mismo tiempo la contraria. Tonterías de mi pensamiento en las que sin mala intención has colaborado.
Quizás como entonces necesito vehementemente tu compañía. Por estos días, corro sin rumbo ni esperanza y más que nunca busco una sombra al lado del camino para ver las nubes pasar. Me siento un científico peronista al que le salieron mal los experimentos, triste imagen que no compatibiliza con la tuya. No encuentro árbol y lloro.
Para ser menos idiota y más claro. Entre otras cosas. No sé si voy algún día a mudarme de ciudad, no sé si voy algún día no sé qué y no sé qué. Sé que me querés mucho, pero nada de lo que hace falta para que estemos juntos lo podés hacer, sólo me queda hacerlo yo, y solo. Frecuentemente creo que mi vida es un ensayo general, sin embargo hoy caigo en la cuenta de que se trata de la puesta en escena, y la única. No hay mala voluntad de tu parte, son mis reclamos tontos de peras al olmo.
Con todo el cariño del que soy capaz,


Rosario, 1 de mayo de 2007. :: ~

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