Y vos, que alguna vez me encantaste y espantaste, volvés del pasado para verificar que nos conocimos y nos conocemos. Y sin querer, no hacés más que demarcar nítidamente el recuerdo de un final y el abismo que nos separa.
Volvés para recordarme lo mucho que me quisiste. Y sin querer, volvés para demostrarte la malicia que te gobierna, tus ansias de poder y tu egoísmo. Y yo, que ya no estoy allí, juego el papel que me venís a pedir que interprete. Dejo que hagas de mí uno de tus bienes, tu mascota, el guepardo exótico que demuestra la vastedad de tus soberanías.
Pero después, al instante, repentinamente, sin querer, pierdo la mirada en el horizonte. Y el gesto te hiere profundamente, porque te muestra que todo esto me da igual, que ya no estoy allí, que lo que agarrás de mí es esa parte mía que ya no me sirve, que jugás al rey con un muñeco de estopa, que disfrutas como manjares lo que arrojé a la basura.
Al fin de cuentas, yo, que te subo al trono, que te corono, que soy tu lacayo, he huido. Y todo es una tomada de pelo inocente que te hago sonriendo con desinterés. :: ~
Rosario, 28 de junio de 2009.
Pensados: ~ :: La vida como escaleras y caminos
Y me quedo pensando en el párrafo cuasi-final del Tractatus Logico-Philosophicus de Wittgenstein: "Mis proposiciones esclarecen porque quien las entiende las reconoce al final como absurdas, cuando a través de ellas -sobre ellas- ha salido fuera de ellas. (Tiene, por así decirlo, que arrojar la escalera después de haber subido por ella.)" (1997 [1921], pp. 183, Barcelona, Altaya).
Y la vida y el mundo y todo se me aparece como un gran dibujo de Escher donde una escalera conduce a un corredor que se transforma en un camino que lleva a un campo donde nos chocamos con una escalera que conduce a un corredor que se transforma en un camino... momento! Prestamos atención y vemos que caminamos bordeados de tilos, y hacemos un esfuerzo y aparece un suave recuerdo de que esos árboles no estaban acá... no había nada? había otra cosa? eran fresnos? momento! se trata de una memoria diluida en la que no vale la pena pensar demasiado. Y así, todo conduce a otro lugar que ya conocemos pero que nunca hemos visitado. :: ~
Junio de 2009, Rosario.
Y la vida y el mundo y todo se me aparece como un gran dibujo de Escher donde una escalera conduce a un corredor que se transforma en un camino que lleva a un campo donde nos chocamos con una escalera que conduce a un corredor que se transforma en un camino... momento! Prestamos atención y vemos que caminamos bordeados de tilos, y hacemos un esfuerzo y aparece un suave recuerdo de que esos árboles no estaban acá... no había nada? había otra cosa? eran fresnos? momento! se trata de una memoria diluida en la que no vale la pena pensar demasiado. Y así, todo conduce a otro lugar que ya conocemos pero que nunca hemos visitado. :: ~
Junio de 2009, Rosario.
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